Author: Ediciones BpPublisher: Independently Published
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Book Description
La década de 1940 marcó un punto de inflexión en el estudio de la comunicación de masas y la influencia de los medios de comunicación en la sociedad, y la Universidad de Yale desempeñó un papel fundamental en este contexto histórico. En ese período, la Segunda Guerra Mundial estaba en pleno apogeo, y la propaganda desempeñaba un papel crucial en la movilización de las masas y la formación de la opinión pública. Los académicos y los gobiernos comenzaron a darse cuenta del poder que tenían los medios de comunicación para moldear la percepción y la actitud de la gente, y esto generó un interés creciente en comprender cómo funcionaba este proceso. Fue en este contexto que la Teoría de la Persuasión de Yale comenzó a desarrollarse. Los investigadores de Yale, como Carl Hovland, Paul Lazarsfeld y Harold Lasswell, se dedicaron a estudiar cómo los mensajes mediáticos influyen en la opinión pública y cómo se pueden utilizar de manera efectiva para cambiar actitudes y comportamientos. Estos académicos se dieron cuenta de que la persuasión no era un proceso simple, sino que involucraba una serie de factores interrelacionados, como la fuente del mensaje, el contenido del mensaje, el medio de comunicación utilizado y la audiencia receptora. Uno de los experimentos más conocidos realizados en Yale durante este período fue el estudio sobre la propaganda y la persuasión política, que examinó cómo los mensajes persuasivos podían cambiar las actitudes políticas de las personas. Este estudio reveló que factores como la credibilidad de la fuente y la estructura del mensaje eran críticos para el éxito de la persuasión. Además, se descubrió que la repetición del mensaje y la interacción entre la audiencia desempeñaban un papel importante en la formación de actitudes. A medida que avanzaba la década de 1950, la Teoría de la Persuasión de Yale siguió evolucionando. Se desarrollaron modelos más complejos para comprender el proceso de persuasión, como el modelo de dos pasos de Lazarsfeld, que destacaba la importancia de los líderes de opinión en la difusión de mensajes persuasivos. Además, se comenzó a prestar atención a la noción de que la persuasión no siempre lleva a un cambio inmediato en las actitudes, sino que a veces actúa como un proceso a largo plazo. El contexto histórico de la época también influyó en la investigación de Yale sobre la persuasión. La Guerra Fría y la creciente preocupación por la propaganda comunista llevaron a un aumento en la investigación sobre la propaganda y la persuasión política. Los académicos de Yale jugaron un papel fundamental en el desarrollo de estrategias de comunicación para contrarrestar la influencia de la propaganda enemiga.